Estas palabras no son mías, son tomadas de un libro que no he soltado en todo el día mas que para ponerme a transcribir este bello pedazo de aliento.
La novela se llama "Confesiones de una mascara" y es de Yukio Mishima.
Y curiosamente siento que describe lo que siento, lo describe tan indudablemente que comienzo a pensar que soy su clon o el es un robot que pensó por mi o algo así...
(como lo que dice Benedetti antes del poema del Corazón Coraza.)
Espero lo disfruten
"Todos dicen que la vida es un escenario.
Pero la mayoría de las personas no llegan, al parecer, a obsesionarse por esta idea, o, al menos, no tan pronto como y. Al finalizar mi infancia estaba firmemente convencido de que así era, y que debía interpretar mi papel en ese escenario sin revelar jamas mi autentica manera de ser. Como esa convicción iba acompañada de una tremenda ingenuidad, de una total falta de experiencia, pese a que existía la constante sombra de una duda en mi mente que me hacia sospechar que quizá no estuviera en lo correcto, lo indudable es que consideraba que todos los hombres enfocan la vida exactamente como si de una interpretación teatral se tratara. Creía con optimismo que tan pronto como la interpretación hubiera terminado bajaría el telón y el publico jamas me vería sin maquillaje. Mi presunción de que moriría joven es otro factor que colabora a mantener esa creencia.
Sin embargo, con el paso del tiempo, ese optimismo, o, mejor dicho, ese sueño en vigilia concluiría en una cruel desilusión."
Bienvenidos a mi Blog
Cada vez iré recordando y escribiendo más. Y el recuerdo es el idioma de los sentimientos, si... Amo vivir así, lacerándome dulcemente... Además parece que me especializo en causas perdidas, las pierdo primero y luego me largo tras ellas como una loca. Igual que Oliveira.
Amo a Julio Cortazár.
viernes, 23 de septiembre de 2011
martes, 13 de septiembre de 2011
Dialogo poesia. Intento no.1
- Yo aquí.. escuchando música
- estuve estudiando a la tarde
- y te extrañé.
Tanto como para un dialogo poesia?
Tanto como para ahogarme en el más bello idilio sobre tu persona.
Yo se q en tus ojos vere la luz de un nuevo dia cada amanecer.
Ten la certeza de que un día hallarás un fulgor ígneo en mis ojos.
Y nuestra piel crepitará ante la presencia de esa eterna llama.
Nos abriremos paso entre las sombras de éste mundo sin nada mas que el otro. Caminando a la par.- Ironía es que tu, un ángel, me entreges tus alas.Si pudimos atravesar los umbrales de la noche, ¿por qué no dejar que nos recorra el planeta?
- Que nos hablen los mares y las tempestades resuenensobre la tierra. Que el cielo nos vuele y las horas nospasen acariciando la eternidad.
Porque no hablas amada mia. Acaso escucho que sollozas?
No amor, no estoy llorando, se metió polvo de una estrellainalcanzable en el ojo.
viernes, 29 de julio de 2011
Remendando mitades
Este clima es peligroso; puede pasar que nos perdamos en la melancolía.
Peligroso es el silencio enajenado de los muertos en vida.
Navaja airada y tremebunda, derrama el crúor de mis tristes venas.
Coloreas los momentos y dibujas en el aire.
Me gusta el olor de una canción.
Mientras iba cayendo olvidé mi cuerpo en las alturas.
Vi tu música abierta y entré.
Si me rompes el corazón te regalo un pedazo.
Caerán los astros, que reposan fulgurantes en el frígido cielo.
Hará la luna un soliloquio penetrante.
Derramará el sol, su fulgor, ardiente,
calor bastante para fundir el hielo.
Y así los montes quedarían desnudos,
y tu blancura imposible de emular.
Con tu alma lejos de mi lar
sólo me quedarán estilos agudos.
Escribo mentiras que se convierten en las más bellas verdades en tus ojos.
Mentiras que... Libertad. Gritan, Eurídice, tus aladas palabras.
No es con mentiras en mi alma que tu lugar labras
Si a mi, tus versos son música a los oídos del Hades
No hacen falta manos que acaricien verdades.
Si mentira es fingirme inmutable a tus palabras
El infierno en tu mirada, hace que arda en mi cabeza,
todo pensamiento que evoque tu presencia.
Tus palabras corrosivas desintegran mis pensamientos
Más en este infierno ya no crepitan blasfemos e hirientes,
Ni almas atormentadas sus saturados valles colman
En lo lóbrego de mi mirada se topan expresiones incendiadas otrora, por el propio fulgor de mis noches.
Así el infierno mismo no es sino un inventario de cicatrices.
Se oyen voces perdidas que desean mantenerte distante. Allá donde la eternidad, perpleja también, te abriga con mis caricias.
El cielo se desmoronó en pequeños cristales....
Esta cosa es una especia de poema que empece con una frase que le publique a alguien en su muro y pues le seguimos y fue sublime...
la primera y la ultima frase le pertenecen a Victor de Jesus... no se sus apellidos y se va a casar...
Peligroso es el silencio enajenado de los muertos en vida.
Navaja airada y tremebunda, derrama el crúor de mis tristes venas.
Coloreas los momentos y dibujas en el aire.
Me gusta el olor de una canción.
Mientras iba cayendo olvidé mi cuerpo en las alturas.
Vi tu música abierta y entré.
Si me rompes el corazón te regalo un pedazo.
Caerán los astros, que reposan fulgurantes en el frígido cielo.
Hará la luna un soliloquio penetrante.
Derramará el sol, su fulgor, ardiente,
calor bastante para fundir el hielo.
Y así los montes quedarían desnudos,
y tu blancura imposible de emular.
Con tu alma lejos de mi lar
sólo me quedarán estilos agudos.
Escribo mentiras que se convierten en las más bellas verdades en tus ojos.
Mentiras que... Libertad. Gritan, Eurídice, tus aladas palabras.
No es con mentiras en mi alma que tu lugar labras
Si a mi, tus versos son música a los oídos del Hades
No hacen falta manos que acaricien verdades.
Si mentira es fingirme inmutable a tus palabras
El infierno en tu mirada, hace que arda en mi cabeza,
todo pensamiento que evoque tu presencia.
Tus palabras corrosivas desintegran mis pensamientos
Más en este infierno ya no crepitan blasfemos e hirientes,
Ni almas atormentadas sus saturados valles colman
En lo lóbrego de mi mirada se topan expresiones incendiadas otrora, por el propio fulgor de mis noches.
Así el infierno mismo no es sino un inventario de cicatrices.
Se oyen voces perdidas que desean mantenerte distante. Allá donde la eternidad, perpleja también, te abriga con mis caricias.
El cielo se desmoronó en pequeños cristales....
Esta cosa es una especia de poema que empece con una frase que le publique a alguien en su muro y pues le seguimos y fue sublime...
la primera y la ultima frase le pertenecen a Victor de Jesus... no se sus apellidos y se va a casar...
martes, 12 de julio de 2011
El porque.. porqué y mis porqués
...Por qué?
Un por qué inaguantable ronda mi mente
Y cada vez se transmuta en nuevas preguntas
¿Por qué...?
me pregunto cuando siento
la soledad fundirse de nuevo
con tu recuerdo en plena
madrugada insaciable.
¿Por qué sigo recordandote?
Me pregunto al sentir
tu aroma rodeandome como
un fantasma desteñido.
¿Por qué cada vez me dueles mas?
No comprendo por qué suspiro de esta manera
si tu no notas que cada suspiro
va dedicado a tu fria mirada indiferente.
¿Por qué me siento cada vez más lleno
de tu ausencia y esta taimada melancolia?
Me desespera pensar que siempre estoy triste
ya no quiero estar triste... sin embargo...
Dicen que es mejor olvidar...
¿Por qué carajo no te olvido de una buena vez?
Si dicen siempre que hay que dejar ir lo que te hace daño
¿Por qué no simplemente te dejo ir?
¿Por qué ser como ellosy buscar olvidarte en otros labios?
¿Por qué habría de dejar de
sentir este mordiente placer?
¿Por qué fingir que no me importas?
¿Por qué actuar como tu lo estas haciendo?
¿Por qué seguir torturandome con tu recuerdo?
¿Por qué no termino con esto de una vez?
¿Por qué...?
Y el vacio me grita las respuestas
las respuestas que sé,
y no quiero escuchar...
(No sé entonces para que pregunto)
No se entonces de que sirve todo esto
basura, basura sentimental...
no te haré sentir nada
me da lastima de mi mismo
Pero no quiero olvidar...
Yo no quiero olvidarme de ti
(no puedo) (no podria)
Porque eres el dolor que necesito
para recordar que sigo vivo.
sábado, 11 de junio de 2011
Benedetti... frases para mi
Y frases donde yo creo que alguna vez me describió...
- ...Un poco caótica, en permanente vaivén del optimismo al pesimismo y viceversa; siempre alrededor del amor en la cama, llena de temores, movediza...
- ...Con una enfermiza obsesión por lo que pudo haber sido su nostalgia de otro pasado, y por ende de otro presente...
- La tranquila vampiresa del fondo notó con cierto temor que comenzaba a sentirse sola...
- Con esta soledad, inservible, vacía,
se puede algunas veces, entender el amor.
- Alguna mujer, que usaba la nostalgia como perfume
barato por la hosca sensación de estar de mas o vivir de menos.
"Yo no se decir las cosas que siento, pero se reconocer
cuando alguien sabe decirlas por mi,
cuando alguien sabe decirlas por mi,
y eso es también una forma de decirlas"
jueves, 9 de junio de 2011
Frases de Julio Cortázar
Julio, enormísimo cronopio
- Te prometo una cosa, acordarme de vos en el ultimo instante para que sea aun más amargo.
- Es triste llegar a un momento de la vida
en que es más fácil abrir un libro en la
página 96 y dialogar con su autor,
de café a tumba, de aburrido a suicida,
mientras en las mesas de café se habla de...
- Estar solos es en definitiva estar solo
dentro de cierto plano en el que otras
soledades podrían comunicarse con nosotros,
si fuese posible, claro está.
- Vos y yo somos entes del todo
incomunicados entre si, salvo por
los sentidos y las palabras, de las que
hay que desconfiar si uno es serio.
- A pesar de toda su curiosidad
y su insatisfacción, la ciencia, es decir,
la razón, empieza por tranquilizarnos.
- Y cuando digo Ojalá, ve tu a saber
si no estoy diciendo una idiotez.
- Lo absurdo no son las cosas, sino que las cosas
estén ahí y no las sintamos como absurdas.
- La razón sólo nos sirve para disecar
la realidad en calma o analizar futuras tormentas;
nunca para resolver una crisis instantánea.
- Los milagros nunca me han parecido absurdos,
sino lo que los precede y lo que les sigue.
- No es que haya intentar vivir,
puesto que la vida nos es fatalmente dada.
- Hace rato que la gente sospecha que la vida
y los seres vivientes son cosas aparte.
- Probablemente de nuestros sentimientos,
el único que no es totalmente nuestro es
la esperanza; la esperanza le pertenece a la vida,
es la misma vida desapareciendo, defendiéndose.
- No es un absurdo total como creés vos,
lo absurdo es que no parezca absurdo.
- Sólo los ciegos de lógica y buenas costumbres
pueden pararse frente a un Rembrant y no sentir
que ahí hay una ventana o otra cosa, un signo.
- Si una lombriz pudiera pensar
pensaría que no le ha ido tan mal.
- ¿Porque tenemos que inventar el edén,
y vivir sumidos en la nostalgia del paraíso perdido,
fabricar utopías, proponernos un futuro?
- El hombre se agarra de la ciencia como
de una áncora de salvación y que jamás he
sabido bien que es.
- Lo que la gente llama casualidad...
sábado, 28 de mayo de 2011
De como conocí a Alejandro (easy come... easy go)
Mi geme me ha dicho que esta mal que sólo escriba acerca de ti
por lo tanto comenzaré a escribir sobre alguien más.
NO te vayas a poner muy celoso,
y no dejes de visitarme por las noches.
Sabes que te adoro sólo a ti y a nadie más que a ti. Mi amor.
Te amo mi amor.
Yo no sé porque, pero tiendo a enamorarme más de los hombres que me dejan
que de aquellos que se quedan a mí lado.
que de aquellos que se quedan a mí lado.
Ya sabés, de esa clase de Chicos, y no hombres,
que darían su vida por mí. Literalmente.
Que si yo lo pidiera harían lo más ridículo,
que darían su vida por mí. Literalmente.
Que si yo lo pidiera harían lo más ridículo,
cumplirían hasta el más nimio de mis caprichos.
Todo sea por complacerme.
Todo sea por complacerme.
Y sé que es malo lo que voy e escribir, pero a veces me aprovecho un poco de ellos.
Pero en cierta forma es su culpa; es decir, si no se pusieran a mis pies no los pisotearía como a veces hago, y yo digo que lo hago sin ánimos de ofender.
Aunque bien dice mi mamá que los golpes ingren.
Pero en cierta forma es su culpa; es decir, si no se pusieran a mis pies no los pisotearía como a veces hago, y yo digo que lo hago sin ánimos de ofender.
Aunque bien dice mi mamá que los golpes ingren.
Que es como patear cachorritos.
Que es así… ya me entendiste.
Y lo mismo me pasa a mí cuando alguien me deja.
Alguien como Omar, o como Alejandro;
Que es así… ya me entendiste.
Y lo mismo me pasa a mí cuando alguien me deja.
Alguien como Omar, o como Alejandro;
que aunque solo salimos una vez, lo recordaré siempre.
Y pues como que se me antoja hablar de Alejandro.
Sí, ya he hablado de él, pero en dos cuentos,
Sí, ya he hablado de él, pero en dos cuentos,
y en un diario que le preste a Gustavo.
Pobre Gustavo, ya se enamoró de mí. Que le voy a hacer. ¿?
Pobre Gustavo, ya se enamoró de mí. Que le voy a hacer. ¿?
Soy adictiva, soy especial.
Feels like I’m falling… falling…
Y a Alejandro lo conocí un jueves cualquiera, yo iba algo enfurruñada por el chino y eso de que me daba celos con Andrea (la muy puta se ha rizado el cabello como yo) y pues así.
Habíamos tenido hora libre de química o algo así,
Habíamos tenido hora libre de química o algo así,
no me acuerdo bien.
El punto es que luego de un ratito con las lunas, me aburrí, decidí irme cuando el chino venia hacia acá con su sonrisa de que se creía un galán el muy idiota.
El punto es que luego de un ratito con las lunas, me aburrí, decidí irme cuando el chino venia hacia acá con su sonrisa de que se creía un galán el muy idiota.
Imagina... Ves como soy mala?
Jajajajaja soy un pinche desmadre.
El Chino, de pura (y puta también)
El Chino, de pura (y puta también)
mera casualidad se llama Carlos.
Entonces, me largo, evitando así toda inútil confrontación y/o charla “amena”.
Entonces, me largo, evitando así toda inútil confrontación y/o charla “amena”.
Punto.
Nada de demostrarle celos al carbón ese con cara de Huno.
Nada de demostrarle celos al carbón ese con cara de Huno.
Nada. Adiós, hasta nunca.
Comienzo a caminar, mi vista va fija en el suelo.
Hasta que un par de patines se atraviesan.
Pienso que es bellísimo, y voy viendo como sortea los obstáculos de la calzada del hueso.
Que por cierto el pavimento no es nada liso, tiene sus imperfecciones, sus banquetas, sus así.
Sigo mirando, cuando me atrevo a levantar la vista es un sujeto que va caminando al lado de algo que parece ser su tía. En fin, es delgado, alto y viste todo de negro sin dar la apariencia de ser gótico o nada de eso; o al menos de espaldas.
Pienso que es bellísimo, y voy viendo como sortea los obstáculos de la calzada del hueso.
Que por cierto el pavimento no es nada liso, tiene sus imperfecciones, sus banquetas, sus así.
Sigo mirando, cuando me atrevo a levantar la vista es un sujeto que va caminando al lado de algo que parece ser su tía. En fin, es delgado, alto y viste todo de negro sin dar la apariencia de ser gótico o nada de eso; o al menos de espaldas.
Y es blanco, o al menos su cuello y brazos.
Así pues, iba yo embelesada tras sus patines. Y la altura de Hotters Miramontes él se voltea porque su tía se detiene yo levanto la vista, él gira medio cuerpo hacia mí.
Así pues, iba yo embelesada tras sus patines. Y la altura de Hotters Miramontes él se voltea porque su tía se detiene yo levanto la vista, él gira medio cuerpo hacia mí.
Me sonríe. Le sonrío.
Cuando su tía o lo que sea que fuera encuentra lo que buscaba en su bolso reanudan la marcha. Claro que todo esto pasó más rápido que lo que me tarde en contarlo.
Cuando su tía o lo que sea que fuera encuentra lo que buscaba en su bolso reanudan la marcha. Claro que todo esto pasó más rápido que lo que me tarde en contarlo.
Cruzo Miramontes.
Lo pierdo, es decir de vista;
y me pongo a esperar el bus que me llevara a casa.
En eso, pienso precisamente que qué bonita sonrisa y que como le sonreí yo así nada más y siento que alguien me toca el hombro. Volteo de inmediato sorprendida y creo que en mi vida he visto al muchacho que me sonríe y me pregunta si me daría tanta pena como a él que me hiciera la plática.
En eso, pienso precisamente que qué bonita sonrisa y que como le sonreí yo así nada más y siento que alguien me toca el hombro. Volteo de inmediato sorprendida y creo que en mi vida he visto al muchacho que me sonríe y me pregunta si me daría tanta pena como a él que me hiciera la plática.
Le sonrío otra vez. —Ay no cómo crees?
O alguna babosada si le dije intentando ganar tiempo y lo vi de arriba abajo.
O alguna babosada si le dije intentando ganar tiempo y lo vi de arriba abajo.
No sé cómo me costó reconocerlo;
si era el tipo de los patines y la sonrisa mágica.
Sonrisa mágica por que fue recíproca.
Sonrisa mágica por que fue recíproca.
Yo no sé, algo me impulsó a sonreírle también.
Y es que era tan sincera y brillante y tan… Entonces, yo le digo:
—Te molesto que te fuera viendo?
—Ay no como crees… (risas)
Y es que era tan sincera y brillante y tan… Entonces, yo le digo:
—Te molesto que te fuera viendo?
—Ay no como crees… (risas)
Y no, quizá no me vas a creer.
Pero no recuerdo que más me dijo.
Pero si recuerdo que yo le preguntaba si no tenía otro nombre
puesto que tengo mala suerte con los “Carlos”.
Pero si recuerdo que yo le preguntaba si no tenía otro nombre
puesto que tengo mala suerte con los “Carlos”.
Pero recuerdo que le daba mi teléfono.
—Me llamo Alejandro. —Dijo él. El. Y yo sonriendo como estúpida y dándole mí teléfono a un completo desconocido.
—Me llamo Alejandro. —Dijo él. El. Y yo sonriendo como estúpida y dándole mí teléfono a un completo desconocido.
O bueno, no. Al menos sabía que se llamaba Alejandro.
Pero es que me sonreía tan lindo, y esos ojos castaños. ¡Quien podría resistirse!
Obvio para anotar su teléfono y que él anotara el mío saque un cuaderno cualquiera
y ya pues, le anote nada más el número de mí casa. Me dijo:
Pero es que me sonreía tan lindo, y esos ojos castaños. ¡Quien podría resistirse!
Obvio para anotar su teléfono y que él anotara el mío saque un cuaderno cualquiera
y ya pues, le anote nada más el número de mí casa. Me dijo:
—Pero y el nombre?
Ay yo estaba tan nerviosa que había olvidado escribir mi nombre, y bromee.
—Es para saber si sabes escribirlo, si sabes me vas a caer bien.
—Y cómo te llamas? —Yo aún decía mi nombre real y no homónimos ni esas cosas.
—Maritza. —vi como escribía con letra medio cursiva mi nombre, y lo escribía bien.
Sonreí complacida, él me miro y le dije que estaba bien.
Entonces le dije que tenía que irme. No recuerdo como nos despedimos.
Jamás, en toda mí puta vida olvidaré su sonrisa.
Ay yo estaba tan nerviosa que había olvidado escribir mi nombre, y bromee.
—Es para saber si sabes escribirlo, si sabes me vas a caer bien.
—Y cómo te llamas? —Yo aún decía mi nombre real y no homónimos ni esas cosas.
—Maritza. —vi como escribía con letra medio cursiva mi nombre, y lo escribía bien.
Sonreí complacida, él me miro y le dije que estaba bien.
Entonces le dije que tenía que irme. No recuerdo como nos despedimos.
Jamás, en toda mí puta vida olvidaré su sonrisa.
Días después me llamó.
Bueno, no recuerdo con exactitud si fueron días
Bueno, no recuerdo con exactitud si fueron días
o uno solamente.
Y a decir verdad no quiero revisar el diario
Y a decir verdad no quiero revisar el diario
en la parte que lo menciona.
Porque me dan unas ganas enormes
Porque me dan unas ganas enormes
y terribles de escribirlo de nuevo
como si con eso pudiera cambiar el final tan insípido,
como si con eso pudiera cambiar el final tan insípido,
tan no glorioso.
…
Hice trampa.Miré el diario y leí esa parte que habla de él. Y comencé a contar nombres.
miércoles, 13 de abril de 2011
De Oliverio Girondo
Yo no aspiro a que me babeen la tumba de lugares comunes,
ya que lo único realmente interesante es el mecanismo de sentir y de pensar.
¡Prueba de la existencia!
Lo, cotidiano, sin embargo,
No es manifestación admirable y modesta de lo absurdo?
Y cortar las amarras lógicas
no implica la única y verdadera posibilidad de aventura?
Porque no ser pueriles, ya que sentimos el cansancio
de repetir los gestos de los que hace 70 años están bajo la tierra?
Y Cual seria la razón de no admitir cualquier probabilidad de rejuvenecimiento?
No podríamos atribuirle, por ejemplo, todas las responsabilidades a
un fetiche perfecto y omnisciente, y tener fe en la plegaria
o en la blasfemia, en el albur del aburrimiento paradisíaco o en la
voluptuosidad de condenarnos?
Que nos impediría usar las virtudes y los vicios como si
fueran ropa limpia, convenir en que el amor es un narcótico
para el uso exclusivo de imbéciles y ser capaces de pasar
junto a la felicidad haciéndonos los distraídos?
Yo, al menos, en mi simpatía por la contradicción
-sinónimo de vida- no renuncio ni a mi derecho de renunciar,
y tiro mis veinte poemas, como una piedra, sonriendo ante la
inutilidad de mi gesto.
Oliverio Girondo
ya que lo único realmente interesante es el mecanismo de sentir y de pensar.
¡Prueba de la existencia!
Lo, cotidiano, sin embargo,
No es manifestación admirable y modesta de lo absurdo?
Y cortar las amarras lógicas
no implica la única y verdadera posibilidad de aventura?
Porque no ser pueriles, ya que sentimos el cansancio
de repetir los gestos de los que hace 70 años están bajo la tierra?
Y Cual seria la razón de no admitir cualquier probabilidad de rejuvenecimiento?
No podríamos atribuirle, por ejemplo, todas las responsabilidades a
un fetiche perfecto y omnisciente, y tener fe en la plegaria
o en la blasfemia, en el albur del aburrimiento paradisíaco o en la
voluptuosidad de condenarnos?
Que nos impediría usar las virtudes y los vicios como si
fueran ropa limpia, convenir en que el amor es un narcótico
para el uso exclusivo de imbéciles y ser capaces de pasar
junto a la felicidad haciéndonos los distraídos?
Yo, al menos, en mi simpatía por la contradicción
-sinónimo de vida- no renuncio ni a mi derecho de renunciar,
y tiro mis veinte poemas, como una piedra, sonriendo ante la
inutilidad de mi gesto.
Oliverio Girondo
miércoles, 6 de abril de 2011
Cantares- Enrich Heine
¿Qué inesperada fiebre me devora?
¿Qué ponzoñosa indignación me inflama?
Hierve en mis venas siempre abrasadora;
arde en mi pecho repentina llama.
Un sueño¬¡triste augurio del destino!¬
mi pobre corazón hizo pedazos:
el hijo infausto del anoche vino
y palpitante me llevo en sus brazos.
Transportóme en sus brazos voladores
a una mansión magnifica y brillante;
todo era luces , música y flores;
abierto un salón vi; pasé adelante.
Allí, nupcial festín, mesa fastuosa
¬¡Que sorpresa gran dios!¬ ¡era mi amada!
Era mi amada, como siempre, bella;
y era un desconocido el nuevo esposo.
Acerquéme temblando, y detrás de ella
aguardé, conmovido y silencioso.
La música sonaba y de amargura
llenaba ,aún más, mi corazón herido
ella estaba radiante de ventura;
él estrechaba su mano embebecido.
Y llenando la copa transparente,
la probaba, y después se la ofrecía:
ella al labio llevábala sonriente.
y era mi sangre ¡Ay dios! lo que bebia.
Una manzana de purpúreo brillo,
ella, amorosa, entonces le brindaba:
hincaba él en la fruta su cuchillo
¡y era mi corazón donde lo hincaba!
Mirándola después con embeleso,
tendía a su cintura el brazo fuerte,
besándola por fin, ¡y el glacial beso
sentía yo de la aterida muerte!
Hablar quería, pero el labio mío
mudo estaba al reproche y a la queja;
la música rompió con mayor brío;
lanzóse al baile la feliz pareja.
Giró en torno a mí, vertiginosa
la multitud gentil y alborozada;
el esposo, en voz baja, habló a la esposa
que encendida oyó, mas no enojada.
Y huyendo de la enfadosa compañia,
salieron del salón con pie furtivo;
yo les quise seguir, y no podía:
estaba medio muerto y medio vivo.
Junté las fuerzas que el dolor nos roba,
y por palpar mi desventura cierta,
llegué arrastrándome a la nupcial alcoba,
y dos viejas horribles vi a la puerta.
Era una la locura, y la otra la muerte,
espectros al umbral acurrucados,
que un dedo seco, tembloroso, inerte,
posaban en los labios descarnados.
Horror, espanto, y duelo, todo junto,
lanzó un grito mi alma desgarrada:
después eché a reír, y en aquel punto
me despertó mi propia carcajada.
¿Qué ponzoñosa indignación me inflama?
Hierve en mis venas siempre abrasadora;
arde en mi pecho repentina llama.
Un sueño¬¡triste augurio del destino!¬
mi pobre corazón hizo pedazos:
el hijo infausto del anoche vino
y palpitante me llevo en sus brazos.
Transportóme en sus brazos voladores
a una mansión magnifica y brillante;
todo era luces , música y flores;
abierto un salón vi; pasé adelante.
Allí, nupcial festín, mesa fastuosa
¬¡Que sorpresa gran dios!¬ ¡era mi amada!
Era mi amada, como siempre, bella;
y era un desconocido el nuevo esposo.
Acerquéme temblando, y detrás de ella
aguardé, conmovido y silencioso.
La música sonaba y de amargura
llenaba ,aún más, mi corazón herido
ella estaba radiante de ventura;
él estrechaba su mano embebecido.
Y llenando la copa transparente,
la probaba, y después se la ofrecía:
ella al labio llevábala sonriente.
y era mi sangre ¡Ay dios! lo que bebia.
Una manzana de purpúreo brillo,
ella, amorosa, entonces le brindaba:
hincaba él en la fruta su cuchillo
¡y era mi corazón donde lo hincaba!
Mirándola después con embeleso,
tendía a su cintura el brazo fuerte,
besándola por fin, ¡y el glacial beso
sentía yo de la aterida muerte!
Hablar quería, pero el labio mío
mudo estaba al reproche y a la queja;
la música rompió con mayor brío;
lanzóse al baile la feliz pareja.
Giró en torno a mí, vertiginosa
la multitud gentil y alborozada;
el esposo, en voz baja, habló a la esposa
que encendida oyó, mas no enojada.
Y huyendo de la enfadosa compañia,
salieron del salón con pie furtivo;
yo les quise seguir, y no podía:
estaba medio muerto y medio vivo.
Junté las fuerzas que el dolor nos roba,
y por palpar mi desventura cierta,
llegué arrastrándome a la nupcial alcoba,
y dos viejas horribles vi a la puerta.
Era una la locura, y la otra la muerte,
espectros al umbral acurrucados,
que un dedo seco, tembloroso, inerte,
posaban en los labios descarnados.
Horror, espanto, y duelo, todo junto,
lanzó un grito mi alma desgarrada:
después eché a reír, y en aquel punto
me despertó mi propia carcajada.
Love hurts... |
jueves, 17 de marzo de 2011
Y seguira muriendo la vida año tras año
A fuerza de pensar en historias
y sentir con propio sentimiento
han venido a agolparse al pensamiento
rancios recuerdos de perdidas glorias
Y evocando tristisimas memorias
porque siempre lo ido es triste, siento
amalgamar el oro de tu cuento
de mi viejo román con las excusas.
He interpretado tu pasión? Lo ignoro;
que me apropio al narrar algunas veces
del goce extraño y el ajeno lloro.
Sólo sé que, si tu los encareces
con tu ardiente pincel, serán de oro
mis versos, y esplendor mis lobregueces.
y sentir con propio sentimiento
han venido a agolparse al pensamiento
rancios recuerdos de perdidas glorias
Y evocando tristisimas memorias
porque siempre lo ido es triste, siento
amalgamar el oro de tu cuento
de mi viejo román con las excusas.
He interpretado tu pasión? Lo ignoro;
que me apropio al narrar algunas veces
del goce extraño y el ajeno lloro.
Sólo sé que, si tu los encareces
con tu ardiente pincel, serán de oro
mis versos, y esplendor mis lobregueces.
martes, 15 de marzo de 2011
Ahora que lo pienso...
Ahora que lo pienso
cuanta razon tiene Derrida cuando dice, cuando me dice:
No (me) queda casi nada: ni la cosa ni su existencia, ni la mia,
ni el puro objeto ni el sujeto, ningun interes de ninguna naturaleza por nada.
Ningun interes, de veras, porque buscar a Anabel en el fondo del tiempo
es siempre caerme de nuevo en mi mismo.
Y es tan triste escribir de mi mismo
aunque quiera seguir imaginado que escribo sobre Anabel...
Del cuento
Diario para un cuento de Julio Cortázar.
cuanta razon tiene Derrida cuando dice, cuando me dice:
No (me) queda casi nada: ni la cosa ni su existencia, ni la mia,
ni el puro objeto ni el sujeto, ningun interes de ninguna naturaleza por nada.
Ningun interes, de veras, porque buscar a Anabel en el fondo del tiempo
es siempre caerme de nuevo en mi mismo.
Y es tan triste escribir de mi mismo
aunque quiera seguir imaginado que escribo sobre Anabel...
Del cuento
Diario para un cuento de Julio Cortázar.
jueves, 3 de marzo de 2011
A veces me pregunto
A veces me pregunto
si valdra la pena todo esto
no lo se... y quiza no quiero saberlo.
Conocí a la chica mas maravillosa del mundo
y no lo se... solo un día nos separa de ser gemelas
pero no... no es ella:
No es la chica de la foto.
Ella es Thompson, va conmigo en danza, tenia la cámara en modo sepia y en cuanto volteo di click eternizando asi su sonrisa...
Es maravilloso... pero no podemos detener el tiempo
por mucho que lo intentemos...
si valdra la pena todo esto
no lo se... y quiza no quiero saberlo.
Conocí a la chica mas maravillosa del mundo
y no lo se... solo un día nos separa de ser gemelas
pero no... no es ella:
No es la chica de la foto.
Ella es Thompson, va conmigo en danza, tenia la cámara en modo sepia y en cuanto volteo di click eternizando asi su sonrisa...
Es maravilloso... pero no podemos detener el tiempo
por mucho que lo intentemos...
viernes, 18 de febrero de 2011
La conexion especial
Un hippie o lo que sea que fuera me venía siguiendo desde la parada del autobús.
Me pregunto mi nombre y le dije que me llamaba Alicia. El dijo llamarse Ramiro.
Y me hizo la plática, se veía inofensivo. Pero olía muy mal, como a sudor, a orines, a suciedad de más de tres días y a hierba; pero no hierba fresca y rica; No. nada mas apestoso que la mariguana o lo que fumase. Sabes cómo soy de delicada con los aromas. Por no dejar, venia oyendo lo que me decía, que según él había conocido a la única chica que había amado antes gracias a una casualidad.
Léase equivocación.
Tal vez sea el destino. Me hablaba de eso y del plan diseñado y bla bla.
Si no hubiese yo leído antes a Cortázar (no sería yo) y me habría impresionado muy fácilmente.
Que es vegetariano y hay una marca de comida que se llama como su antiguo amor: Anita.
O sea ella se lama Ana; que no llego a conocerla bien. Era bonita e inteligente.
Le hubiera gustado conocerla más. Y me contó fue que la conoció: Justo un día que andaba por la merced y agarró una ruta alterna para ir a comer o algo así y la vio sonriéndole (a él) desde una ventana.
Pero como ella era bonita creyó que estaba jugando o iba a jugar con él dependiendo de la forma en la que veas el tiempo que realmente es relativo. O relativamente real. —Ahora no a no es tan delgadita y, —dice que según él siente que le hizo daño. —Ahora esta gordita, como que le agarro la depresión y como no le hacía caso se puso así: mal. Hasta de la cara; —e infló los cachetes. Fueron estas algunas de sus exactas palabras al relatarme la historia de su desamor. Y no es que me interesara, pero ahora que me siento más sola pongo más atención a la gente que me habla. Sobre todo a como hablan; no soporto las cacofonías, ni la sinestesia… Pero que él se sentía menos. Que no se sentía con el valor de decirle algo abiertamente.
Pues siendo ella tan bonita… en fin. Siguió con eso, narrándome con su voz pastosa cada vez que se daban picones entre ellos. Que un día en un evento de reggae se portó muy mal con ella.
Pues teniendo fama de Casanova (ah sí, claro) no iba a estar esperando a que Ana le hiciera caso, y pues como había otras dos (te digo un rompecorazones) y una se llamaba Diana se sentía atrapado y pidió una señal. Así en medio de su superstición algo le dijo Diana. Pero que luego que lo volvió a interpretar tal vez fue un Di-Ana. Quién sabe. Además había otra de la cual ya no me dijo nombre.
En fin el día del evento ese ella (Ana) estaba sola y él se fue con Diana para darle celos a la primera.
Al último ésta se enojó y se fue con otro. Con el que después se estaba besando. Así de descarada enfrente de él. Vaya que infantiles. Sin embargo apenas y yo decía algo él lo afirmaba como si hubiese dado con el hilo negro del mundo. Me miraba a ratos con atención y sus ojos pequeños y amarillentos parecían tener un poco de brillo. Me sonreía. Era un tanto más bajo que yo. Tenía barba hipiosa no muy larga, más bien como de unos tres días. No por estar muy abundante sino por estar muy descuidada. Su ropa no tenía nada que ver entre sí. Ahora que lo pienso así debían de verse lo ciegos de Saramago. (Yes, yes) le dije que lo entendía, que sabia como se sentía de solo y desesperado. Que solía sentirme igual y es justo cuando te das cuenta de lo que hiciste más y dices: ya prometo que voy a cambiar.
Que dices: ¿Cómo es que fui así de estúpido? Y también le solté un poco de mi choro.
Evitando mirarlo directamente a él. Así pues iba viendo hacia el frente y haciendo ademanes con las manos como cuando quiero expresarme mejor. Él no dejaba de mirarme, y no pude más con esa pesadez y voltee a verlo. Con un gesto entre sorpresa y gozo dijo que hablaba como si ya me hubiera pasado antes.
Si. —Varias veces?— pregunto mirándome fijamente.
—No— y negué con la mirada fija en el suelo; —sólo una y con eso aprendí.
Eso lo sorprendió más que cualquier otra cosa.
Parecía un conejito lampareado cuando llegamos a donde vivo.
Quería que le diera mi teléfono. Y pues tú sabes, le decía la verdad. Me acabo de mudar y eso.
—No tengo, —le explique. —Te doy mi correo, te lo apunto en tu periódico; —traía uno de esos del grafico o yo que sé.
—No tengo compu— dijo él. Luego armándose de valor añadió
—Paso por ti el sábado. (¿Sí?)
—Pero no creo que pueda salir. —Contesté yo sencillamente
— ¿Como a qué hora?— pregunto más sediento aún de un sí.
—No sé… —Y así. Ya estaba por entrar pero simplemente no se iba; hasta que vi a mi papá que venía hacia acá con una bolsa de maíz pozolero en la mano. Antes de que mi papá cruzara la calle le dije:
—Mi papá dice que carbón que traiga a la casa, carbón que mata.
— ¿Y crees que me mate a mí?— pregunto sonriendo. Ya pues los tuve que presentar.
Papi, Ramiro. Ramiro, mi papá.
—Como está señor. ¿Va almorzar?— y lo saludó de mano y toda la cosa.
Quería verse educado pero con ese olor. (Puagh!) Deja tú la finta es lo de menos pero no soporto que un hombre huela mal. Tal vez por eso mismo me encantaba Omar. Olía tan rico… empiezo a distraerme con este recuerdo impregnado de sándalo y le apenas le oigo decir que es comerciante.
Tenía que impresionar a papá, no podía sólo decirle “vendo camisetas en el zócalo” y luego vuelvo con Omar; me gustó eso que dijo Ramiro. Aunque no sea un gran poeta, fue sincero.
Lo cito: “como que sigo pensando en ella porque de alguna forma ella sigue recordándome.
Sigue pensando en mí. Como una especie de conexión” Sí; por eso aun pienso en él, porque él piensa en mí. Suena tan dulce, es lindo pensar en ello. Pensar en él pensando en mí. Omar…
Escucho su voz tímida aparentando ser fuerte al preguntar:
—Me dejaría salir con su hija el sábado. De verdad me gustaría.
Para que vea que mis intenciones con su hija son buenas.
Papá me miraba de un modo imperceptible para él y yo del mismo modo sutil dije que no con un movimiento de cabeza muy bien disimulado. Entonces se oyó la voz dura de mi padre diciendo que no, que estaba castigada. Por suerte yo le había dicho que estaba en quinto por deber una materia. Y así pues no sonó tan mal el pretexto. Lástima. Luego de verse así, rechazado por el papá de la que pretende se excuso para irse. Aunque hay que reconocerle que no salió huyendo en cuanto vislumbro a mi papá como hizo el chino aquella vez.
—Bueno pues yo les dejo. —Explico si pena para retirarse.
—Sí, si un gusto. Adiós. Papá entra primero y cuando doy la media vuelta para cerrar la puerta blanca y metálica, él pasa por donde pueda verlo y me guiña el ojo.
Yo le digo adiós con la mano, le doy alcance a mi papi y le digo:
—Que bueno que llegaste, ya no sabía cómo quitármelo de encima.
Cosa que si el por error oyó seguro se sintió muy desencantado.
En fin, no es mi culpa. Él fue quien quiso acercarse a charlar, él me echo los perros.
Primero indirecta y luego directamente. Yo no lo atraje. O no que yo sepa.
Jamás en mi vida he deseado que mi pareja sea un hipioso y que para colmo huela mal. Muy mal.
No soportaría estar a solas encerrada con él. Este olfato, bendito olfato no se que haría sin él.
Por eso odio estar resfriada.
Y ahora que ya escribí todo esto que me pasó desde un poco antes del medio día y ya pasan de las diez de la noche me pregunto que estará haciendo el. ¿Donde vivirá? ¿De dónde saco el valor para seguirme y hablarme? ¿Será que iba tan enyerbado que no sabía lo que hacía?
¿O los hippies no tienen complejos? Entonces; ¿Como fue así de tardado y tímido con la otra y a mí me tira la onda en cuanto me ve? Cosas de la vida supongo. Bla, bla, bla.
Ay cuanto extraño a Aldo… y a Omar. Y a Alejandro que se parece a Edward Norton.
Me pregunto mi nombre y le dije que me llamaba Alicia. El dijo llamarse Ramiro.
Y me hizo la plática, se veía inofensivo. Pero olía muy mal, como a sudor, a orines, a suciedad de más de tres días y a hierba; pero no hierba fresca y rica; No. nada mas apestoso que la mariguana o lo que fumase. Sabes cómo soy de delicada con los aromas. Por no dejar, venia oyendo lo que me decía, que según él había conocido a la única chica que había amado antes gracias a una casualidad.
Léase equivocación.
Tal vez sea el destino. Me hablaba de eso y del plan diseñado y bla bla.
Si no hubiese yo leído antes a Cortázar (no sería yo) y me habría impresionado muy fácilmente.
Que es vegetariano y hay una marca de comida que se llama como su antiguo amor: Anita.
O sea ella se lama Ana; que no llego a conocerla bien. Era bonita e inteligente.
Le hubiera gustado conocerla más. Y me contó fue que la conoció: Justo un día que andaba por la merced y agarró una ruta alterna para ir a comer o algo así y la vio sonriéndole (a él) desde una ventana.
Pero como ella era bonita creyó que estaba jugando o iba a jugar con él dependiendo de la forma en la que veas el tiempo que realmente es relativo. O relativamente real. —Ahora no a no es tan delgadita y, —dice que según él siente que le hizo daño. —Ahora esta gordita, como que le agarro la depresión y como no le hacía caso se puso así: mal. Hasta de la cara; —e infló los cachetes. Fueron estas algunas de sus exactas palabras al relatarme la historia de su desamor. Y no es que me interesara, pero ahora que me siento más sola pongo más atención a la gente que me habla. Sobre todo a como hablan; no soporto las cacofonías, ni la sinestesia… Pero que él se sentía menos. Que no se sentía con el valor de decirle algo abiertamente.
Pues siendo ella tan bonita… en fin. Siguió con eso, narrándome con su voz pastosa cada vez que se daban picones entre ellos. Que un día en un evento de reggae se portó muy mal con ella.
Pues teniendo fama de Casanova (ah sí, claro) no iba a estar esperando a que Ana le hiciera caso, y pues como había otras dos (te digo un rompecorazones) y una se llamaba Diana se sentía atrapado y pidió una señal. Así en medio de su superstición algo le dijo Diana. Pero que luego que lo volvió a interpretar tal vez fue un Di-Ana. Quién sabe. Además había otra de la cual ya no me dijo nombre.
En fin el día del evento ese ella (Ana) estaba sola y él se fue con Diana para darle celos a la primera.
Al último ésta se enojó y se fue con otro. Con el que después se estaba besando. Así de descarada enfrente de él. Vaya que infantiles. Sin embargo apenas y yo decía algo él lo afirmaba como si hubiese dado con el hilo negro del mundo. Me miraba a ratos con atención y sus ojos pequeños y amarillentos parecían tener un poco de brillo. Me sonreía. Era un tanto más bajo que yo. Tenía barba hipiosa no muy larga, más bien como de unos tres días. No por estar muy abundante sino por estar muy descuidada. Su ropa no tenía nada que ver entre sí. Ahora que lo pienso así debían de verse lo ciegos de Saramago. (Yes, yes) le dije que lo entendía, que sabia como se sentía de solo y desesperado. Que solía sentirme igual y es justo cuando te das cuenta de lo que hiciste más y dices: ya prometo que voy a cambiar.
Que dices: ¿Cómo es que fui así de estúpido? Y también le solté un poco de mi choro.
Evitando mirarlo directamente a él. Así pues iba viendo hacia el frente y haciendo ademanes con las manos como cuando quiero expresarme mejor. Él no dejaba de mirarme, y no pude más con esa pesadez y voltee a verlo. Con un gesto entre sorpresa y gozo dijo que hablaba como si ya me hubiera pasado antes.
Si. —Varias veces?— pregunto mirándome fijamente.
—No— y negué con la mirada fija en el suelo; —sólo una y con eso aprendí.
Eso lo sorprendió más que cualquier otra cosa.
Parecía un conejito lampareado cuando llegamos a donde vivo.
Quería que le diera mi teléfono. Y pues tú sabes, le decía la verdad. Me acabo de mudar y eso.
—No tengo, —le explique. —Te doy mi correo, te lo apunto en tu periódico; —traía uno de esos del grafico o yo que sé.
—No tengo compu— dijo él. Luego armándose de valor añadió
—Paso por ti el sábado. (¿Sí?)
—Pero no creo que pueda salir. —Contesté yo sencillamente
— ¿Como a qué hora?— pregunto más sediento aún de un sí.
—No sé… —Y así. Ya estaba por entrar pero simplemente no se iba; hasta que vi a mi papá que venía hacia acá con una bolsa de maíz pozolero en la mano. Antes de que mi papá cruzara la calle le dije:
—Mi papá dice que carbón que traiga a la casa, carbón que mata.
— ¿Y crees que me mate a mí?— pregunto sonriendo. Ya pues los tuve que presentar.
Papi, Ramiro. Ramiro, mi papá.
—Como está señor. ¿Va almorzar?— y lo saludó de mano y toda la cosa.
Quería verse educado pero con ese olor. (Puagh!) Deja tú la finta es lo de menos pero no soporto que un hombre huela mal. Tal vez por eso mismo me encantaba Omar. Olía tan rico… empiezo a distraerme con este recuerdo impregnado de sándalo y le apenas le oigo decir que es comerciante.
Tenía que impresionar a papá, no podía sólo decirle “vendo camisetas en el zócalo” y luego vuelvo con Omar; me gustó eso que dijo Ramiro. Aunque no sea un gran poeta, fue sincero.
Lo cito: “como que sigo pensando en ella porque de alguna forma ella sigue recordándome.
Sigue pensando en mí. Como una especie de conexión” Sí; por eso aun pienso en él, porque él piensa en mí. Suena tan dulce, es lindo pensar en ello. Pensar en él pensando en mí. Omar…
Escucho su voz tímida aparentando ser fuerte al preguntar:
—Me dejaría salir con su hija el sábado. De verdad me gustaría.
Para que vea que mis intenciones con su hija son buenas.
Papá me miraba de un modo imperceptible para él y yo del mismo modo sutil dije que no con un movimiento de cabeza muy bien disimulado. Entonces se oyó la voz dura de mi padre diciendo que no, que estaba castigada. Por suerte yo le había dicho que estaba en quinto por deber una materia. Y así pues no sonó tan mal el pretexto. Lástima. Luego de verse así, rechazado por el papá de la que pretende se excuso para irse. Aunque hay que reconocerle que no salió huyendo en cuanto vislumbro a mi papá como hizo el chino aquella vez.
—Bueno pues yo les dejo. —Explico si pena para retirarse.
—Sí, si un gusto. Adiós. Papá entra primero y cuando doy la media vuelta para cerrar la puerta blanca y metálica, él pasa por donde pueda verlo y me guiña el ojo.
Yo le digo adiós con la mano, le doy alcance a mi papi y le digo:
—Que bueno que llegaste, ya no sabía cómo quitármelo de encima.
Cosa que si el por error oyó seguro se sintió muy desencantado.
En fin, no es mi culpa. Él fue quien quiso acercarse a charlar, él me echo los perros.
Primero indirecta y luego directamente. Yo no lo atraje. O no que yo sepa.
Jamás en mi vida he deseado que mi pareja sea un hipioso y que para colmo huela mal. Muy mal.
No soportaría estar a solas encerrada con él. Este olfato, bendito olfato no se que haría sin él.
Por eso odio estar resfriada.
Y ahora que ya escribí todo esto que me pasó desde un poco antes del medio día y ya pasan de las diez de la noche me pregunto que estará haciendo el. ¿Donde vivirá? ¿De dónde saco el valor para seguirme y hablarme? ¿Será que iba tan enyerbado que no sabía lo que hacía?
¿O los hippies no tienen complejos? Entonces; ¿Como fue así de tardado y tímido con la otra y a mí me tira la onda en cuanto me ve? Cosas de la vida supongo. Bla, bla, bla.
Ay cuanto extraño a Aldo… y a Omar. Y a Alejandro que se parece a Edward Norton.
Si... conexiones... co-existencias |
El sandalo y el rosa mexicano
Soy un cronopio malvado. Apenas logro mi objetivo y me alejo felizmente a recluirme a mi cueva. Y tal como estoy ahora, tal vez me gusta estar sola; me apena cada vez más salir con mi familia a lugares públicos. Y sé que está mal sentirse así, y peor aún: pensarlo y escribirlo. Pero que le voy a hacer. Casi no hablo con nadie, no suelo platicarle mi vida a cualquier extraño y menos a esos que se hacen llamar amigos. Tú sabes cómo somos de volubles a esta edad.
¿Que cuál fue mi objetivo esta vez? Pues, un poco de incienso de sándalo y la película que no sirvió de Biutiful.
Acabamos de llegar de la calle, de la zona rosa y aledaños: andábamos de paseo por ahí, buscando, según, un bazar de pantalones desde 49 pesos. O sea, nada más perdíamos el tiempo por ahí. Y yo no había comido nada desde la mañana, a eso de las nueve; ya pasaban de las cinco cuando encontramos a mis padres en la estación del metro señalada. Tenía hambre e iba pensando un poco en escribir lo chido que platique con Beky. Es decir, esta vez sí pude hablar yo. Sugoe!!! Era y es casi increíble el hecho de que yo le platicara del chico del que me enamore en el camión, de unas cosas de Kyro y Aracely, puesto que surgió el tema de mi hermano y de que ella quería robarle un beso. Entonces le pedí que no lo hiciera y le expliqué que mi hermano termina odiando a las chicas, en especial a mis amigas, que lo besan a la fuerza. Tú sabes como es mi hermano de especial en eso de las mujeres, incluso algo quisquilloso diría yo, pero bueno que se le va a hacer. Ya pues iba yo hablando de eso y luego empecé divagar un poco, según ella me entendía y yo le dije: es que hablo como pienso. Si, si tienes suerte de tener a alguien como yo que te entiende. Ella cree que me entiende, a veces me pregunto si es así, si de verdad me entiende. Ojala así fuera.
No entiendo cómo es que los seres humanos siendo tan egoístas buscamos compartir, una cercanía, un reflejo en el otro. Un yo que sé, algo que te obliga a mirar los ojos de un extraño y hablar de amor a primera vista. No comprendo porque nos buscamos lo unos a los otros como murciélagos en un campo abierto, como una pulga busca un trozo de piel mientras se encuentra a punto de ser examinada bajo el microscopio, como algo que nadie sabría precisar bien, si es que alguien además de mi se para a pensarlo.
I Heard the news today oh boy… and the news was:
El rector de la unam hizo una capsula de tiempo en la cual metió cosas de estos días y que se abrirá en cincuenta años, es decir cuando yo tenga la edad de mi abuelito hoy en día: 68. Me pareció interesante, de hecho, maravilloso, yo creí que ya nadie creía en el futuro.
Oh mi cuarto huele tanto a sándalo… mmh una delicia. El sándalo en la piel, en su piel.
También hoy conocía a una amiga de Rebeca que se llama Sulem, la cual me agrado y según esto quere estudiar dos carreras, una y luego la otra; y terminar un doctorado de derecho. Su otra carrera es la psicología, le pedí que me hablara de ella, y para tal efecto tuvo que sacar sus apuntes. Oh si gran doctora que va a ser si saca sus apuntes. En si no me dijo nada que no supiera, bueno si, una cosita: rino algo.
O algo así, no me acuerdo bien, el punto es que eso es una especie de trastorno ligero, en el cual el susodicho no puede tener una relación sexual si no hay cierto aroma presente.
Rebeca dijo: oh esa es la tuya Mary. Odio que me diga Mary pero que le vamos a hacer. Jejeje.
No sabía ella, Rebeca, que era un fetiche y medio le explique, pues de inmediato se sonrojo y se puso a mirar el suelo; íbamos encaminando a Sulem a la salida, ya no le hable de fetiches.
Y le dije a Sulem que mejor hablábamos mejor otro día. Si bye, bye… ya veremos el viernes.
Había otro de esos detallitos que la gente moral llama fijación, el cual Sulem dijo que era terrible, el de un hombre que, siguiendo las palabras exactas de su ejemplo:— te ha pasado no? cuando vas en un micro y se te re-pegan.— Afirmó, ella, con la cabeza como si hubiese dado con el hilo negro del mundo.
Vaya súper ejemplo. Y a mí que me encantaba que Omar se apretara y se frotara así contra mí; por lo tanto él era un pervertido, yo pervertida... par de pervertidos… oh how did it happened, I’ll do anything just to be her girl… —Incluso hay unos que se masturban— se oyó de nuevo la voz de Sulem al ver que no decía nada; a Rebeca se le marco una enorme mueca de asco al oírlo.
Yo no dije nada. Oh que rico pensé yo mientras imaginaba a Omar frenético jalándosela frente a mí, diciendo entre jadeos: “quieres tu lechita”… pero claro, hay que aparentar indignación, compasión, empatía y/o eso por las pobres mujeres abusadas de esta manera. Pregunto apenas con asombro en la voz:
—Ah sí!?,—no logro evitar sonreír y para disimularlo me subí el cuello ruso de mi suéter a la barbilla ocultando mi sonrisa y mi sonrojo —¿En serio?— Recalco con fingida sorpresa.
—Sí. —y asiente de manera concienzuda cerrando un tanto los ojos, Rebeca esta que no aguanta la idea y yo... Que delicia Omar… le digo mientras me lo trago todo y él me sonríe presuntuoso desde arriba.
Me acaricia el rostro, orgulloso de lo que le hago con mi boca…
—Que malvados— dice Rebeca, y ya empezamos a caminar, y Sulem, iba diciendo algo más pero ya no la oí tanto. La miraba como con cara de que entendía lo que estaba diciendo, aunque ya iba sumida en otras ensoñaciones. Rebeca en este caso era la más interesada, en seguida ella empezó a hablar, en este punto es más femenina que yo pues siempre mete el típico: “entiendo lo que dices o lo que te pasa, me ha pasado lo mismo…” Luego de eso comienza a hablar y ya no puedes agregar nada más. Ptttt, luego Sulem se fue. Beky y yo fuimos a la biblioteca, ya le mostré mi scrapbook. Y si le dedico atención, no tanta como habría deseado, pero no se puede pedir más viniendo de un Aries.
También, antes de ponerme a fantasear con su fantasma oí decir a Sulem que realmente cuando queres olvidar a alguien, mientras más lo intentas más lo recuerdas. Y que había un truco para que esto no fuera así. Recordamos a color; yo con olores y sabores y texturas y sonido y todo. Y así pues el famosísimo truco es convertir tus recuerdos a blanco y negro.
Oh vaya… Every time you close your eyes dicen los Arcade Fire.
Ahhh, si suena lindísimo, a ver si funciona.
—Pero hay un enorme problema con eso. —le dije a Beky (que para el caso es Rebeca pero es muy largo) cuando salimos de la biblioteca y ya había mirado mi scrapbook. Me pregunto si debería enseñárselo a Aldo… el scrapbook, no el truco.
—El problema, —le dije ahora si a Beky-Harley, —es que su piel era blanca y su cabello negro.
De inmediato me pregunto:
—Qué color no te gusta?—
—Rosa —conteste yo automáticamente.
—Si piensa en rosa, rosa mexicano— añadió con entusiasmo infantil revoloteando a mí alrededor, —recuérdalo en ese color.
Y justo íbamos pasando por la reja esa que protege al cocodrilo de ojos de dos colores donde causalmente algún ocioso había dejado un envoltorio rosa de aluminio, rosa casi mexicano.
—Oh y apareció justo cuando dije rosa mexicano— decía Beky al borde de gritar.
—Sí, sí, el destino!— dije tratando de que se calmara. Destino? Casualidad? Ya pues lo quite de ahí y finalicé con un:
—lo pegare en mi scrapbook!
Y ahí está por si un día quieres verlo.
¿Que cuál fue mi objetivo esta vez? Pues, un poco de incienso de sándalo y la película que no sirvió de Biutiful.
Acabamos de llegar de la calle, de la zona rosa y aledaños: andábamos de paseo por ahí, buscando, según, un bazar de pantalones desde 49 pesos. O sea, nada más perdíamos el tiempo por ahí. Y yo no había comido nada desde la mañana, a eso de las nueve; ya pasaban de las cinco cuando encontramos a mis padres en la estación del metro señalada. Tenía hambre e iba pensando un poco en escribir lo chido que platique con Beky. Es decir, esta vez sí pude hablar yo. Sugoe!!! Era y es casi increíble el hecho de que yo le platicara del chico del que me enamore en el camión, de unas cosas de Kyro y Aracely, puesto que surgió el tema de mi hermano y de que ella quería robarle un beso. Entonces le pedí que no lo hiciera y le expliqué que mi hermano termina odiando a las chicas, en especial a mis amigas, que lo besan a la fuerza. Tú sabes como es mi hermano de especial en eso de las mujeres, incluso algo quisquilloso diría yo, pero bueno que se le va a hacer. Ya pues iba yo hablando de eso y luego empecé divagar un poco, según ella me entendía y yo le dije: es que hablo como pienso. Si, si tienes suerte de tener a alguien como yo que te entiende. Ella cree que me entiende, a veces me pregunto si es así, si de verdad me entiende. Ojala así fuera.
No entiendo cómo es que los seres humanos siendo tan egoístas buscamos compartir, una cercanía, un reflejo en el otro. Un yo que sé, algo que te obliga a mirar los ojos de un extraño y hablar de amor a primera vista. No comprendo porque nos buscamos lo unos a los otros como murciélagos en un campo abierto, como una pulga busca un trozo de piel mientras se encuentra a punto de ser examinada bajo el microscopio, como algo que nadie sabría precisar bien, si es que alguien además de mi se para a pensarlo.
I Heard the news today oh boy… and the news was:
El rector de la unam hizo una capsula de tiempo en la cual metió cosas de estos días y que se abrirá en cincuenta años, es decir cuando yo tenga la edad de mi abuelito hoy en día: 68. Me pareció interesante, de hecho, maravilloso, yo creí que ya nadie creía en el futuro.
Oh mi cuarto huele tanto a sándalo… mmh una delicia. El sándalo en la piel, en su piel.
También hoy conocía a una amiga de Rebeca que se llama Sulem, la cual me agrado y según esto quere estudiar dos carreras, una y luego la otra; y terminar un doctorado de derecho. Su otra carrera es la psicología, le pedí que me hablara de ella, y para tal efecto tuvo que sacar sus apuntes. Oh si gran doctora que va a ser si saca sus apuntes. En si no me dijo nada que no supiera, bueno si, una cosita: rino algo.
O algo así, no me acuerdo bien, el punto es que eso es una especie de trastorno ligero, en el cual el susodicho no puede tener una relación sexual si no hay cierto aroma presente.
Rebeca dijo: oh esa es la tuya Mary. Odio que me diga Mary pero que le vamos a hacer. Jejeje.
No sabía ella, Rebeca, que era un fetiche y medio le explique, pues de inmediato se sonrojo y se puso a mirar el suelo; íbamos encaminando a Sulem a la salida, ya no le hable de fetiches.
Y le dije a Sulem que mejor hablábamos mejor otro día. Si bye, bye… ya veremos el viernes.
Había otro de esos detallitos que la gente moral llama fijación, el cual Sulem dijo que era terrible, el de un hombre que, siguiendo las palabras exactas de su ejemplo:— te ha pasado no? cuando vas en un micro y se te re-pegan.— Afirmó, ella, con la cabeza como si hubiese dado con el hilo negro del mundo.
Vaya súper ejemplo. Y a mí que me encantaba que Omar se apretara y se frotara así contra mí; por lo tanto él era un pervertido, yo pervertida... par de pervertidos… oh how did it happened, I’ll do anything just to be her girl… —Incluso hay unos que se masturban— se oyó de nuevo la voz de Sulem al ver que no decía nada; a Rebeca se le marco una enorme mueca de asco al oírlo.
Yo no dije nada. Oh que rico pensé yo mientras imaginaba a Omar frenético jalándosela frente a mí, diciendo entre jadeos: “quieres tu lechita”… pero claro, hay que aparentar indignación, compasión, empatía y/o eso por las pobres mujeres abusadas de esta manera. Pregunto apenas con asombro en la voz:
—Ah sí!?,—no logro evitar sonreír y para disimularlo me subí el cuello ruso de mi suéter a la barbilla ocultando mi sonrisa y mi sonrojo —¿En serio?— Recalco con fingida sorpresa.
—Sí. —y asiente de manera concienzuda cerrando un tanto los ojos, Rebeca esta que no aguanta la idea y yo... Que delicia Omar… le digo mientras me lo trago todo y él me sonríe presuntuoso desde arriba.
Me acaricia el rostro, orgulloso de lo que le hago con mi boca…
—Que malvados— dice Rebeca, y ya empezamos a caminar, y Sulem, iba diciendo algo más pero ya no la oí tanto. La miraba como con cara de que entendía lo que estaba diciendo, aunque ya iba sumida en otras ensoñaciones. Rebeca en este caso era la más interesada, en seguida ella empezó a hablar, en este punto es más femenina que yo pues siempre mete el típico: “entiendo lo que dices o lo que te pasa, me ha pasado lo mismo…” Luego de eso comienza a hablar y ya no puedes agregar nada más. Ptttt, luego Sulem se fue. Beky y yo fuimos a la biblioteca, ya le mostré mi scrapbook. Y si le dedico atención, no tanta como habría deseado, pero no se puede pedir más viniendo de un Aries.
También, antes de ponerme a fantasear con su fantasma oí decir a Sulem que realmente cuando queres olvidar a alguien, mientras más lo intentas más lo recuerdas. Y que había un truco para que esto no fuera así. Recordamos a color; yo con olores y sabores y texturas y sonido y todo. Y así pues el famosísimo truco es convertir tus recuerdos a blanco y negro.
Oh vaya… Every time you close your eyes dicen los Arcade Fire.
Ahhh, si suena lindísimo, a ver si funciona.
—Pero hay un enorme problema con eso. —le dije a Beky (que para el caso es Rebeca pero es muy largo) cuando salimos de la biblioteca y ya había mirado mi scrapbook. Me pregunto si debería enseñárselo a Aldo… el scrapbook, no el truco.
—El problema, —le dije ahora si a Beky-Harley, —es que su piel era blanca y su cabello negro.
De inmediato me pregunto:
—Qué color no te gusta?—
—Rosa —conteste yo automáticamente.
—Si piensa en rosa, rosa mexicano— añadió con entusiasmo infantil revoloteando a mí alrededor, —recuérdalo en ese color.
Y justo íbamos pasando por la reja esa que protege al cocodrilo de ojos de dos colores donde causalmente algún ocioso había dejado un envoltorio rosa de aluminio, rosa casi mexicano.
—Oh y apareció justo cuando dije rosa mexicano— decía Beky al borde de gritar.
—Sí, sí, el destino!— dije tratando de que se calmara. Destino? Casualidad? Ya pues lo quite de ahí y finalicé con un:
—lo pegare en mi scrapbook!
Y ahí está por si un día quieres verlo.
Rosa mexicano... |
martes, 15 de febrero de 2011
Otra idea…
En el cielo, al crepúsculo eres como una nube tu color y tu forma son como yo quiero.
Eres mío, eres mío amor de dulces labios vives radiante en mis infinitos sueños.
Como te siento mío en mis sueños solitarios eres mío, eres mío,
grito en el mundo onírico y sueño con tu piel de nieve y tu mirada nocturna.
En la prisión de mi recuerdo estas cautivo, amor mío.
Poseo tu corazón en el país de los sueños.
Y así vivo: pensando, enredando sombras en la profunda soledad cuando estas lejos,
más lejos que nadie en la hora de la nostalgia y aquí te amo,
en la oscuridad que se descuelga del ocaso en mi cama desierta.
Aquí te amo y amo lo que no tengo.
Ahora estas tan distante.
Y así es, y los relámpagos bordean tus manos diseñando curiosas sombras en tu cara.
Tú: fantasma solitario tiemblas sobre la cornisa
y ríes con furia y te encuentro infinitamente malévolo y delicioso.
Te vuelvo a apresar entre los muros infranqueables de mi memoria y convierto el bulto informe y sombrío que reposa a mi lado en la oscuridad en tu cuerpo de nieve. Y así, sólo así puedo quererte.
Como si tú, amor, un día te murieras, y yo te amara al día siguiente.
Te amaría ese día, aun después de ver como entras en tu sepulcro para no salir jamás.
Te amaría además, luego de verte reposar ahí esperando la venida del futuro
de la muerte y su tibia claridad.
Pero, para no extrañarte, para no esperar hasta ese día
te recompongo la boca que yo adore
la reconstruyo de las cenizas del último beso del adiós.
Te recompongo de tus residuos,
y tus brazos, y tus ojos, y te doy la vida y te hago andar de nuevo.
Guardas mil secretos que te hacen indescifrable y confuso, inaccesible y oscuro.
Infinito, desolado y magnifico.
Así amor, llegas con deslumbrante luz en la mirada, y así te busco entre los vivos.
Lo deseo mi amor, este día te lo consagro con inmovilidad,
como si fuese un día azul lleno de luces eléctricas
y sándalo en el viento y nuestras manos fuertemente unidas.
Ya nada podrá separarnos.
Ese día esperaremos juntos el destierro de esta existencia, de esta vida: la verdadera vida.
Pero soñaremos todos los sueños y cumplirás tu promesa
y yo dejare de desear tu muerte y de planear tu asesinato.
Y así no se cumplirá mi sueño.
Pero estarás ahí, y eso es lo que importa y serás tu… pero
Hará falta tu nombre, me pregunto.
Harán falta los nombres y los rostros cuando alcancemos esa absoluta oscuridad.
Como describirte para que sólo yo sepa que eres tú?
para no gastar tu nombre y sólo tú sabrás que eres tú de quien estoy hablando.
Entonces miro atrás, buscando semejante descripción.
Hallo una gaveta en mi mente con la leyenda “cosas a olvidar” quizá algo de ahí me sirva.
Lo que no se olvida, esa tontería, menuda tontería.
No tiene propósito alguno poner algo así tan a la vista.
Porque realmente no se olvida,
y detrás de cada tormenta y cada espejo
no hay nada más que un frio en los dedos e
imágenes que tratamos de enredar en el cabello de la desmemoria.
Y no es culpa de nadie. No realmente.
Yo te quise, a veces tú también me querías.
Las luces se vuelven reflejos de acero y tu cara aparece entre esas sombras luminosas.
Mis mejillas arden y el desconcierto me hace dibujar una sonrisa que quema tu cuello
los acordes fluyen por tu pelo negro y la luna nos acaricia y desdibuja con humedad.
>>Y haces falta mi amor, me haces falta.<<
Pienso lanzándome a tus brazos, a tu encuentro.
Y hay un montón de cosas bonitas para describirte:
como un latido de salto y muerte, un océano sin alma.
Una solitaria hora olvido, recuerdos y redención de la memoria.
Certidumbre de lágrimas, fantasma encadenado a las líneas de mi tiempo.
Y no tienes fin, y tu nombre y/o el mar del cielo, dormido durmiendo.
Tu rostro y tu pecho palpitando resplandecientes de placer,
como el placer de un rayo moribundo y polvo de mariposas
como sabanas cubriendo tu desnudez, y es todo tan oscuro y tú tan luminoso.
Tan muerto o tan vivo, dependiendo de mis ganas de ti
y de esa somnolencia aceitosa que desprendes al mirarme
luego de intuir súbitamente la explicación del mundo y de un orgasmo
y me sumerjo en el placer de tus ojos crueles, tus labios, tu tiempo y tu cuerpo.
Ahora mi corazón se agita golpeándome el pecho y todo es movimiento.
Vienes de nuevo a buscarme y yo sintiendo en los pies
el escozor de ser elegida como una flor entre muchas otras en el jardín de Darío.
Atraído hacia mí, como yo hacía a ti, no puedes separarte de mi lado.
No buscas más que complacerme, porque te he dicho que eres mío,
que me perteneces, que te pertenezco, que somos dos partes de un todo
yo soy la parte real e imperfecta y tú lo que me complementa.
Ondulamos como una cortina en una ventana abierta,
como la llama de una vela en la penumbra.
La marea comienza a ascender, mis sienes laten
y sé que es hora de acabar contigo, como por enésima vez.
Tu muerte es lo único que me salvara de tu recuerdo
pienso
y te lo digo tratando de convencerte
pero para mi desgracia noto que es cuando más me amas...
Porque justo cuando quiero acabar contigo?
Mi amor es violento, y aunque no lo creas,
llego a hartarme de ti y de todo lo demás.
Es como una bocanada de asco que me viene repentinamente
que corre por mi mente cual si fuese un tigre hecho de neón.
Te prometo que jamás te dejare ir, si tú prometes jamás desvanecerte
pero este tigre con articulaciones de tubos de dentífrico
y todo eso me parece tan fingido y sobreactuado, encorsetado, prefabricado
y las suelas de mis zapatos ya se han gastado y no tengo nada más porque llorar.
Sólo siento un vacío
(no hay nadie a mi lado)
y un trozo de oscuridad rodeándome día y noche
y es la desolación la que me incita a escribir estas líneas
tratando de no pensar en ti para poder dormir tranquila.
Más es inconfundible esta sensación de hastío
y de la que vida es una mala película con pésimo final
un fracasado reparto y una bola de engaños.
Porque no vienes a salvarme esta terrible y asoladora noche?
Sé que el día de pronto se te hace noche:
sé que sueñas con mi amor, pero no lo dices,
sé que soy una idiota al esperarte.
Necesito inspiración y ya está hecho…
Que difícil escribir un poema de amor, y/o de desamor que no parezca hoja en blanco llena de palabras ocasionales, sin deber de amar y de ser.
Tengo tu nombre a flor de labios… mira es que he visto una convocatoria a un concurso en el cual debes escribir un poema de amor o desamor, según el caso; y me gustaría escribir uno excepcional, pero nunca he sido buena con los poemas… y es que la prosa es tan sencilla.
Y ahora recuerdo como conocí el significado de esa palabra un domingo por la mañana en la iglesia de mi natal chihuahua; y ese día yo fui con mi abuelo, no por ser creyente, sino por acompañarlo. Eran tiempos difíciles para mí y los míos y es cuando más se cree en dios, así que que le voy a hacer. El punto es que para no aburrirme buscaba distracciones en la humilde capillita, y en eso vi que un señor de una de esas bancas larguísimas de enfrente tenía estampada por toda su chamarra la palabra: prose. Ah, dije yo y le pregunte a mi abuelito que que era la prosa (caí en un condado falso) y me dijo: no es momento para que andes preguntando eso, y lo dijo un tanto molesto, así que no insistí. Era el momento en el que todos bajan la cabeza en actitud de arrepentimiento, o quizá más remordimiento que otra cosa, y pues es un instante de silencio casi puro y yo preguntando boberías. (Como siempre) Claro está que el estampado de la chaqueta indicaba alguna clase de publicidad de hace años, más viejo que el año del caldo diría mi abuela; y pues que ni qué.
Saliendo de ahí, ya me dijo que la prosa era una forma de escritura que no está en verso, es decir a renglón seguido. Vaya, así que eso es la prosa. Cosa fácil, así siempre he escrito y ni me había dado cuenta, así escribo mis sueños, que en ese tiempo era lo único que escribía. Y lo único que leía era pura poesía, por no decir poesía pura que suena muy romántico.
I’m burning and I´m blacking my lounges, boy you know it feels good whit some fire back on your tongue. And, don’t approve a single word that I wrote.
Tenía una idea, va más o menos así:
Lento… te recuestas lento/ y en la otra orilla de la cama/ está impreso un hueco/ palpable en las sabanas…
Pero eso no tiene nada de rima no métrica ni nada por el estilo. Y es que me he prohibido tanto las cacofonías que ya no se rimar. Pero, algo habrá de ocurrírseme, al fin y al cabo, como le dije una vez a Omar, <<de que me sirve leer tanta poesía si no puedo expresarme bien.<<
Porque se me acaban las palabras, o quizá lo que se me acaba es el valor para decirlas, yo que se.
Porque se me acaban las palabras, o quizá lo que se me acaba es el valor para decirlas, yo que se.
He pensado que para que yo pueda hacer un poema debo primero pensar en las palabras que van a rimar y luego hacer el resto… pero aún no se me ocurre nada.
Y al contrario, la prosa se me ocurre tan fácil. Basta mirar algo un poco para querer describirlo, para querer decir algo de ese algo. Ya sea una imagen o lo que vi en una persona tal día o x cosa.
Por ejemplo: a veces me siento un poco harta de pintar en corel y me voy a echar un rato a la cama, y ahí, en las blancas paredes que un día que hicieron sentipensar que estaba ciega, tengo pegados unos recortes de hombres que considero sexys.
Son apenas tres, si pusiera a todos jamás acabaría.
Y esos de ahí son tres que están sexys, uno es Hugh Jackman caracterizando a Wolverine (imagina que tengo una hemorragia nasal) y lo saque de una revista de videojuegos, es completamente Wolverine ese hombre y sacando las garras con los brazos cruzados sobre el pecho mira hacia arriba con cierto coraje, su pecho es velludo, sus brazos también y la imagen se acaba dónde termina los codos. Lástima que no se vea su vientre, me encantaría ver como es de velludo, que caminito a la gloria forma. Otro es uno de una etiqueta de ropa interior que me robe porque estaba muy sexxxy, para mi desgracia no está desnudo sino: ¿Tendría chiste que fuese de una marca de calzoncillos para hombres?
No…
O quizá sí tendría más chiste que dijeras o dios voy a comprarlos para mi novio… pero bueno que ese no es el punto, es un torso masculino lampiño y marcado esculturalmente, se ve hasta la barbilla del tipo y un poco más debajo de la ingle, a donde le llegan las manos casi llegando a las rodillas, incluso sus manos son muy sexys.
Y el último y más importante es uno que está completamente desnudo y húmedo, pues se está dando un baño y en ese baño me encantaría estar mirándolo de cerca, siendo el agua que corre por su piel, lampiña también; y acariciando su pecho que es perfecto, sus brazos ni se diga el abdomen tan exquisitamente esculpido, el ombligo justo en el centro de esa grata anatomía, el cuello delicioso y echado levemente hacia atrás, como ofreciéndomelo, y en el rostro tiene una expresión de gozo que pareciera que está teniendo un placentero orgasmo y ya sé que yo veo eso en cada hombre de los libros de fotografías que miro en la biblioteca, pero…
Este es maravilloso, es el mejor que he visto… de hecho. Y odio que se acabe justo al nivel de los huesos iliacos, justo unos deditos debajo del ombligo se me acaba la diversión y ya no puedo ver lo que también me gustaría mirar: su sexo. Tampoco se ve su rostro, pero el chorro de agua se desliza por esa piel como me gustaría hacerlo a mí, claro no siendo un poco de agua sino con los ojos primero y luego las manos y al último con la lengua…
Hará unos días que me di cuenta de que por más hermosos y perfectos y todo eso que sean esos hombres en las fotografías (también en las de los libros de la prepa) ninguno de ellos me mira. Y ya sé que son fotos, pero me refiero a que la toma o la actitud denota algo que dije: oh es como si me gustara que me evitasen, que me ignoraran un poco, que estén fuera de mi alcance o yo que sé.
El punto es que vi que me gustan los hombres distantes, que me enamoro de puros imposibles y así, más enamorada que nunca me puse a mirarlos en la oscuridad. Y recordé también como me gustaban los vaqueros de los anuncios de Marlboro, que además de ser hombres atractivos, traían ese fetiche que me enloquece. Y para acabarla de joder la sombra de los sombreros les cubría hasta la punta de la nariz haciendo que solo se vieran los finos y apetecibles labios con el cigarrillo. Que dije antes: misteriosos, no que mentirosa eso no lo dije; distantes, fríos hasta cierto punto, que se vean como hombres, que te derritan con una mirada y no una de esas prefabricadas de no sé qué malas novelas y películas rosas, sino genuina. Que ocultan su atractivo, sabiendo que el poder de esos ojos finos como los labios puede matar y lo guardan hasta el último instante.
Y porque lo veo así? Porque así me quiero ver a mí: distante
All the promises we broke…
maybe I should burn your ghost down
maybe I should burn your ghost down
No lo sé, cambio de buenas a primeras y en realidad no sé qué es lo que quiero, pero si se lo que me gusta. Y a cada uno le busco algo que me atraiga, yo que sé.
Es perfecto, pero es muy largo. Y lo máximo son dos cuartillas.
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